Es una sustancia
producida con la resina de plantas y árboles recolectada por las abejas y que
tiene un aroma dulce y un sabor levemente amargo.
Su
nombre proviene del griego, y significa delante de la polis, de la ciudad, ya
que las abejas utilizan esta sustancia para rellenar las grietas de la colmena
y también en la entrada de la misma para defenderla de microbios, bacterias o
cualquier otro enemigo que la pudiera poner en peligro.
OBTENCIÓN
Y CONSERVACIÓN
Para obtener propóleo,
el apicultor coloca unas mallas o una tela diseñadas para este fin en las que
Las abejas cubren con propóleo,
retirándose una vez al año. Estas mallas o tela se enrollan y se congelan, lo
que hace que el propóleo se vuelva quebradizo, cayendo en un receptáculo desde
el que se recoge y se refina, separando las impurezas y separando por tamaños.
Si no se refina el
propóleo se somete a un proceso de disolución, con alcohol etílico, glicol,
agua o aceite, de donde se extrae la pasta de propóleo.
La pasta de propóleo se
elabora mediante la extracción con alcohol etílico y posterior deshidratación
hasta alcanzar la textura deseada. Se utiliza principalmente como emulsionante
en cosmética.
A pesar de es un
producto bastante estable, para que conserve todas sus propiedades hay que
seguir estas medidas de conservación. Deberá conservarse en frascos de vidrio
ámbar o topacio, para que esté protegido de la luz, y no exponerlo a
temperaturas superiores a los 10 o 12 ºC, por lo que es conveniente guardarlo
en el refrigerador.
Bien conservado el
propóleo sin estar disuelto en alcohol puede aguantar en perfectas condiciones
hasta un año, si está macerado en alcohol puede conservarse mucho más.
Los preparados de
propóleo como los comprimidos o las cápsulas son los que duran en buenas
condiciones más tiempo, pero tampoco se sabe a ciencia cierta cuánto pueden
aguantar o si el proceso de liofilización le resta o no calidad al producto en
cuanto a propiedades.
Podemos
encontrar en el mercado diversas presentaciones de propóleo: granulada, en
polvo, en tabletas, spray, en tintura, en pomadas, cremas o ungüentos incluso
en caramelos.
PROPIEDADES
NUTRICIONALES
Los
valores nutricionales del propóleo varían según la especie vegetal a las que
acuden las abejas. Aun así, generalmente los componentes del propóleo no suele
variar demasiado.
Se
han llegado a encontrar alrededor de 200 componentes diferentes, de las cuales
la mitad aproximadamente son resinas que a su vez contienen flavonoides cuya
acción principal es la de antioxidante. En menor cantidad, contiene ácidos
grasos, proteínas, polen, minerales como aluminio, plata, bario, boro, cromo,
cobalto, estaño, hierro y zinc y también vitaminas de grupo B y provitamina A.
BENEFICIOS
DE SU CONSUMO
El propóleo es usado
desde la época de los egipcios que lo utilizaban para elaborar sus cremas de
embalsamar, también lo usaba Aristóteles como remedio para las infecciones de
la piel. Ya en esos tiempos se le atribuía las propiedades antisépticas y cicatrizantes.
- Como antiséptico para tratar
múltiples infecciones, sobre todo las de las vías respiratorias, tales
como gripe, sinusitis, laringitis, , amigdalitis, bronquitis, aunque
también en gingivitis,
- Por sus propiedades antivíricas,
antifúngicas, cicatrizante, y antinflamatorio es de gran ayuda en
numerosas afecciones de la piel.
- Aumenta la capacidad defensiva
del organismo.
- Actúa como anestésico
- Regula el apetito, actúa como
protector hepático y ayuda en caso de úlceras en el tracto digestivo.
- En el sistema circulatorio actúa
como hipotensor, regulando la presión arterial e inhibe la oxidación del
colesterol.
- En la boca impide la formación
de la placa bacteriana, protegiendo de esta manera a las piezas dentales
de la caries y ayuda en la curación de las aftas.
- Resulta muy útil en casos de
vaginitis e infecciones urinarias.
- Tiene propiedades antioxidantes,
por lo que también puede resultar preventivo de enfermedades como el
cáncer o el SIDA.
CONTRAIDICACIONES
Al estar compuesto de
polen el propóleo puede causar reacciones alérgicas tanto si se usa
externamente como internamente. Es recomendable que, si nunca lo ha tomado,
empiece por una ingesta mínima, y en caso de alguna reacción cesar con la
administración inmediatamente.
En caso de niños se
debe reducir siempre la dosis a la mitad. La dosis recomendada para un adulto es
de 3 gr. Diarios.
Por muy sano que sea el
propóleo, todos los abusos son contraproducentes, pudiendo en el caso de
propóleo causar vómitos, náuseas u otros problemas gastrointestinales.
