Cuando, desde niña, mi padre nos llevaba por el campo, le
encantaba ir nombrando cada una de las plantas que él conocía y todas las
propiedades que tenían. Él no era naturópata, ni botánico, ni jardinero, tan
solo le encantaba el mundo vegetal y todas las virtudes que de las plantas se
podían obtener.
Cuando ya fui más mayor, seguí esa costumbre de interesarme
por los beneficios de las plantas medicinales. También me encantaba “darle
masajes” a los amigos y familiares, en las zonas dolorosas, aliviándoles
contracturas, molestias y sufrimientos. Al darme cuenta de que tenía
condiciones fue cuando quise aprender a dar masaje de verdad, en una buena
escuela que me enseñaran a aliviar ese tipo de molestias.
Estudié Quiromasaje en 1998, en Barcelona y saque notas
estupendas. Luego continué formándome mientras hacía mis primeras prácticas
como Quiromasajista profesional con familiares y amigos. Siempre con el ánimo
de seguir aprendiendo estudié reflexología podal, al principio con cierto
escepticismo creyendo que era más bien una panacea, pero en cuanto empecé a ver
los resultados comprendí todo el conocimiento que hay detrás de las medicinas y
terapias naturales.
Con el tiempo tuve la desgracia de tener una lesión en la
muñeca que me ha impedido desde esa época volver a dar masajes con un ritmo más
o menos intenso, (aunque de vez en cuando, si se tercia, uno suavecito y
cortito siempre cae…). Pero de ninguna forma quise resignarme a no ejercer de
“terapeuta” y poder ayudar a las personas a tener un mayor bienestar de forma
natural.
Empecé entones mis estudios de Naturopatía en 2008 y,
mientras cursaba estos estudios, como en los mismos se enseñan varias técnicas,
quise especializarme en algunas de ellas, compaginando los estudios específicos
del curso con otros más en profundidad de aquellas que más me atraían para mi
actividad profesional.
Los primeros estudios especializados que hice fueron sobre
las Flores de Bach, cuya técnica me apasionó por ser para las personas muy sencilla
de utilizar y totalmente inocua. Un año después me especialicé en Gemoterapia y
más tarde en Aromaterapia. Con esta especialización tenía el trio de técnicas
más interesantes, desde mi punto de vista, y una plataforma perfecta para
comenzar mi actividad profesional. Aun así no he descansado ni dejado de especializarme.
Tiempo después quise ampliar más sobre Terapias Florales y Aromaterapia, ampliando
mis estudios al grado de Técnico de Aromaterapia y de Técnico de Terapias
Florales. Actualmente me estoy formando con un curso que combina ambas terapias, Flores de Bach y Aromaterapia.
Actualmente soy autónoma en Mejorada del Campo, donde
resido, y mi mayor disfrute es ver como quienes recurren a mí, en poquísimo
tiempo, han podido superar aquello por lo que un día necesitaron de mis conocimientos,
terminando incluso como amigos. Soy perfectamente consciente de que son ellos
quienes más activamente participan en la recuperación de su bienestar, pero me
halaga profundamente hacerlo a su lado y que encuentren en mí un pilar donde
apoyarse cuando lo necesitan, y ver que poco a poco me necesitan cada vez
menos. No entendería mi profesión si fuera de otra manera.
Mis inquietudes no han acabado en la formación. Si ésta no
es beneficiosa para ayudar a otras personas de poco han servido esos estudios. Mi
marido siempre me dice que tengo alma de ONG, y no se equivoca demasiado,
actualmente tengo entre manos un precioso proyecto de llevar el bienestar que
pueden ofrecer estas técnicas, de forma totalmente natural, a mis conciudadanos
más necesitados. Es así que preparo dos proyectos, totalmente altruistas, de
colaboración con el Ayuntamiento de Mejorada del Campo ofreciendo mis servicios
a aquellos colectivos más desfavorecidos. En principio los estoy orientando a
los colectivos de mayores y de mujeres maltratadas. Creo que es necesario que
cada uno aporte su granito de arena a una sociedad que, cada vez menos se mueve
por sus semejantes y ayudarles a encontrar un poco de bienestar en sus vidas.
Estos colectivos son los más necesitados, personas mayores que puedan estar
sufriendo de la soledad, mujeres cuya autoestima hay que levantar, personas que
se sienten excluidas socialmente, desanimadas por una situación económica que
agrava aún más sus problemas.
A medida que veo, en la práctica, el alcance de las técnicas
naturales, más me apasionan, por lo que no descarto en mis tiempos libres,
seguir formándome en otras especialidades de las que solo conozco una punta del
iceberg… quisiera formarme en tantas!!!
Mientras tanto, sigo ampliando conocimientos, ya que ésta,
mi profesión, aunque las terapias son milenarias, cada día tiene más y más
investigaciones novedosas que aportan luz a muchísimos temas, y más personas
que confían en los tratamientos naturales.
A medida que se vayan desarrollando los proyectos que tengo en mente iré describiendo las experiencias y podréis acceder a ella a través de la sección de Talleres.
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