La falta de interés por el presente es algo bastante habitual. Son personas que en estos momentos ya han perdido las ganas de disfrutar los momentos que viven, de exprimir la vida, como si de una fruta jugosa se tratara.
Personas que quisieran volver al pasado, que esperan una oportunidad en el futuro, que lo han dado todo y ya no tienen energías para nada, personas que se han resignado con lo que "les ha tocado" e incluso personas que por su afán de vivir, se olvida de vivir, de aprender, de sacarle jugo a todas las experiencias presentes y pasadas.
Cuando la apatía, la ensoñación, la melancolía, el agotamiento o la nostalgia se apodera de nosotros nos alejamos de lo que estamos viviendo en estos momentos, por lo que preferimos ver la vida como si tratara de algo ajeno a nosotros mismos y pasamos por la vida como fantasmas, aislándonos "voluntariamente" de todo nuestro entorno, de nuestras vivencias, de nuestras familias, de nuestros trabajos y de las cosas que nos solían hacer disfrutar.
Vivir esta situación no es vivir, solo es respirar y sobrevivir. No disfrutamos "del aquí", ni "del ahora", ni "del contigo", ni "de nada". Solamente vemos como pasa la vida, sin implicarnos con ella de ninguna forma, porque ya no nos interesa hacerlo.
Para esas personas, Bach encontró ciertas flores que os describo a continuación.
Madreselva: vive anclado en el pasado. Añoran una época de gran felicidad, o a un ser querido muerto, o también una época llena de oportunidades que no pudieron cuajar. esos tiempos pasaron y ya no van a volver, pero ellos los añoran de tal manera que lo que viven hoy día ya no les interesa. La frase típica de ellos... "esos si eran buenos tiempos".
Son personas que no conectan con su presente y este hecho, el de recordar y rememorar el pasado les roba las energías, por lo que se sienten desvitalizados.
Clemátide: vive en un mundo de fantasía. Son personas somnolientas, como adormilados, lo que se suele decir "estar en las nubes". Generalmente son personas calladas, cuyo presente no les aporta nada, se sientes infelices y esperan tiempos mejores para realizar sus sueños o llevar a cabo sus ideas. Se sienten presionados por la sociedad, ya que esta les quiere productivos, pero ellos son más artistas, mas creadores.
Rosa Silvestre: apatía, falta de interés por la vida. Esta persona se ha entregado a su suerte, se ha resignado a lo que le ocurre y ya no se esfuerza por mejorarla. Les encanta la TV, sobretodo porque les proporciona un entretenimiento pasivo. No se dan cuenta de que su estado no es el deseable, y por supuesto no lo desean modificar.
Sin embargo, siempre existe una motivación, aunque ellos no sean capaces de saber cual es, puesto que a los demás generalmente les parece absurdo.
Olivo: agotamiento extremo. Para quienes han sufrido mucho mental o físicamente y se sienten exhaustos. Sienten que les falta las fuerzas para todo, puesto que ya se les ha exprimido todo y su vida ya no les proporciona ningún tipo de placer. Llegan a este estado por ayudar a sus seres queridos, o por meterse en empresas que excedían sus posibilidades energéticas, por lo que podemos asegurar que no es solamente algo emocional.
También suele estar ligado a una depresión a al intento de salir de la misma. en definitiva... seguir viviendo les agota.
Castaño Blanco: Reviven una preocupación o un momento angustioso constantemente. No son capaces de evitar pensamientos, ideas o argumentos a los que no quieren darles más vueltas. No se las pueden quitar de la cabeza, de tal manera que no pueden concentrarse en el trabajo, no pueden dormir, no pueden "desconectar". Este estado les origina una gran fatiga, pero lo peor es que no resuelve nada. Seguramente, lo que les gustaría a esas personas, es volver a ese momento para poder resolver las cosas de una mejor manera.
Mostaza: desinterés por depresión sin causa aparente. A temporadas se sientes deprimidos, pero "aparentemente" no sienten tener motivos para ello. Puede desaparecer tan rápido como llegó, pero mientras dura, la persona entra en una negrura y melancolía indescriptible. Aunque la persona no es capaz de saber porque entra en este estado anímico, siempre hay una razón, solo hay que ayudarle a encontrarla.
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